Previsiones políticas internacionales para 2025
The Economist anticipa un año de cambios profundos, con desafíos en comercio, tecnología y geopolítica.

31 de diciembre de 2024
Londres, Inglaterra
Redacción
El año 2025 se perfila como un periodo de grandes transformaciones en la política global. Tras una serie de elecciones sin precedentes en 2024, los votantes han exigido cambios profundos que podrían redefinir alianzas, economías y políticas exteriores.
De acuerdo con el semanario inglés The Economist, el resultado de la reciente victoria de Donald Trump en Estados Unidos es uno de los factores clave que marcará este año. Su política de "Estados Unidos primero" generará incertidumbre en las relaciones internacionales, lo que podría desencadenar realineamientos geopolíticos y aumentar las tensiones en regiones clave.
Tensiones globales y la política de Trump
Uno de los temas más destacados es cómo la administración de Trump podría manejar los conflictos internacionales. En su enfoque, la diplomacia se verá reemplazada por un estilo más transaccional, lo que podría afectar gravemente la estabilidad de áreas como Gaza, Líbano y Ucrania. Al mismo tiempo, su postura hacia China y Rusia podría generar una escalada de la rivalidad comercial, especialmente con el aumento de aranceles y restricciones comerciales, afectando a aliados y rivales por igual.
Cambios en el poder y expectativas políticas
El cambio de liderazgo no se limita solo a Estados Unidos. En 2025, los nuevos gobiernos enfrentan la ardua tarea de cumplir las promesas de campaña en un contexto global de incertidumbre económica. En países como India y Sudáfrica, se prevé que los nuevos liderazgos tendrán que gestionar coaliciones complejas, mientras que en naciones como Francia o Taiwán, la coexistencia de diferentes partidos será puesta a prueba.
La rivalidad económica con China
La guerra comercial entre Estados Unidos y China continuará, pero con un giro inesperado. Mientras Trump incrementa las restricciones comerciales, China buscará expandir su influencia económica globalmente, no solo en mercados asiáticos, sino también en el sur global. Las empresas chinas están construyendo fábricas en diversas regiones, lo que refuerza la interconexión económica global a pesar de los esfuerzos por desacoplar las economías.
Los retos económicos: inflación y déficits
Con la inflación bajo control en muchas economías occidentales, el reto ahora será cómo manejar los elevados déficits fiscales y el creciente gasto en defensa. En Estados Unidos, las políticas de Trump podrían generar un doble desafío: la recesión económica impulsada por los elevados aranceles y la presión sobre el crecimiento económico. Las potencias mundiales se verán obligadas a tomar decisiones difíciles sobre cómo equilibrar los presupuestos y asegurar su competitividad global.
La inteligencia artificial en la encrucijada
La inteligencia artificial (IA) se perfila como el campo de mayor innovación y riesgo. A pesar de que las empresas invierten miles de millones en la creación de centros de datos para su desarrollo, la adopción sigue siendo baja. Sin embargo, a medida que los sistemas se vuelvan más sofisticados, las aplicaciones de la IA, desde medicamentos hasta automatización industrial, podrían redefinir industrias enteras. Las incertidumbres sobre su impacto seguirán siendo una cuestión candente en la política y los negocios globales.
El impacto del cambio demográfico y los viajes internacionales
Por último, el envejecimiento de la población en países clave, como Estados Unidos y China, junto a un aumento de la juventud en regiones como Oriente Medio, podrían generar tensiones sociales y políticas. A esto se suman las crecientes restricciones en los viajes internacionales, lo que afectará tanto al turismo como a la movilidad laboral. Con nuevas normativas en Europa y la presión por controlar el exceso de turismo en ciudades icónicas, 2025 será un año para repensar el concepto de movilidad global.
En resumen, 2025 será un año de grandes desafíos, pero también de oportunidades. La política internacional se encuentra en un punto de inflexión, y será clave cómo los líderes mundiales aborden los problemas de comercio, tecnología y conflictos geopolíticos. Las decisiones que se tomen en los próximos meses podrían redefinir el orden mundial para las próximas décadas.